Uno de los grandes defectos que tiene este país es un bipartidismo maniqueo conforme el cuál todo lo que no sea PSOE y PP o Madrid Barça no existe. Esto lo hemos visto en la Liga y lo estamos viendo en la prensa postelecciones de hoy. El País, El Mundo, ABC,... sitúan los resultados de estas elecciones dentro de los parámetros de dos principios explicativos recíprocos: primer principio arrollador triunfo del PP, segundo principio estrepitoso fracaso del PSOE. ¿Donde está el problema? El problema está precisamente en esa circunscripción del ámbito explicativo a la sola existencia del Partido Popular y del PSOE excluyendo otras fuerzas políticas cuyos resultados, y naturalmente hay que decir también cuyos éxitos, son los que dan la verdadera dimensión del alcance de los comicios celebrados este domingo. Así reduciendo las cosas al maniqueísmo PSOE - PP la conclusión a la que se llega es que el Partido Popular ha conseguido la mayor apoteosis electoral de su existencia cuando realmente lo que ha logrado es un millón de votos más que en las elecciones de 2007. Cifra que desde luego está muy lejos de la propia de una mayoría absoluta en unas elecciones generales. En resumidas cuentas: el PP no ha rentabilizado más que una exigua parte de la pérdida de votos que ha padecido el Partido Socialista. Pérdida de votos que donde realmente ha ido a parar es a opciones de las que no se está hablando prácticamente para nada. Así haciendo números vemos que por ejemplo en el ámbito de la Comunidad Valenciana Izquierda Unida ha obtenido unos resultados que no conseguía desde el año 1979, que UPyD tiene una presencia que no tenía antes o que lo del COMPROMIS (alias Bloc) ha logrado unas cifras inimaginables por lo apoteósico. Es decir: la debacle socialista no se mide en términos de avance sustantivo del Partido Popular sino en términos de progreso de otras opciones que desde luego no tienen absolutamente nada que ver ni con el ideario político ni con el ideario económico de la principal formación de la derecha. Y eso tiene que verse y tendría que haberse dicho y no se está diciendo en los editoriales de la prensa que ha salido esta mañana.